La Guardia Civil de Melilla denuncia que no ha llegado el material antidisturbios prometido tras el asalto de marzo

Alerta de que sus equipos tiene 30 años y temen no poder hacer frente a un asalto masivo por la precariedad de las prendas

E.A.C. El Ministerio del Interior dio un paso al frente el pasado marzo en el conflicto fronterizo de Melilla ante la seria amenaza de una deriva migratoria sin precedentes. En seis días, hubo cuatro conatos de asalto -uno de ellos el más multitudinario de la historia con 2.500 migrantes en estampida intentando alcanzar Europa- y eso alertó al Gobierno.

Sobre el terreno, Fernando Grande-Marlaska se comprometió a blindar la valla y, sobre todo, a modernizar el material antidisturbios de los agentes que la custodian tras haberse revelado obsoleto en el cuerpo a cuerpo con los migrantes.

La realidad acabó engullendo aquel compromiso que sale a flote ahora con la presencia de 5.000 migrantes cerca de Nador amenazando con un nuevo asalto a la valla.

La Guardia Civil continúa con los mismos equipos de hace 30 años porque el material no se ha renovado y entre los agentes fronterizos hay inquietud ante lo que pueda pasar. Advierten de que repeler una embestida tan numerosa con el material actual tendrá consecuencias para su integridad física, como ya sucedió hace siete meses. Los guardias civiles critican que los equipos de «última generación» y en tiempo récord prometidos por el ministro no hayan llegado.

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