La semana pasada Rabat negaba tener fronteras con España y calificaba a Melilla de «presidio ocupado»

Pelayo Barro (OK Diario).- Se avecinan curvas para la relación diplomática entre la España de Pedro Sánchez y Marruecos. Al menos, a eso apunta la información que ha llegado hasta la mesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por parte de su Departamento de Seguridad Nacional (DNS). En base a datos recabado por la inteligencia española, en noviembre se considera «probable o muy probable» que se produzca una crisis de inmigración en Ceuta o en Melilla, de gravedad considerable, en los prolegómenos de la decisiva reunión de alto nivel entre España y Marruecos del próximo mes de noviembre. No se celebra desde 2015 y será la primera de Sánchez como presidente.
La etapa de amistad entre Marruecos y España, propiciada por el reconocimiento unilateral de la marroquinidad del Sáhara Occidental por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez, parece que llega a su fin. La pasada semana Rabat se descolgaba con una carta dirigida a la ONU en la que negaba tener fronteras con España, y calificaba a Melilla de «presidio ocupado». Un golpe inesperado en Moncloa a las relaciones bilaterales entre ambos países, que luego fue matizado en parte por Rabat.
Pero la situación tiende a tensarse aún más. Al menos, según las fuentes a las que ha tenido acceso OKDIARIO, así le ha llegado al equipo cercano a Sánchez a través de un aviso de situación del Departamento de Seguridad Nacional monográfico sobre la presión migratoria actual de Ceuta y Melilla. Seguir leyendo…