La Asociación Española de Guardias Civiles denuncia la falta de medios humanos y materiales, sobre todo tras la retirada de las concertinas «sin que se haya pensado qué elementos las van a sustituir»

E.A.C. El perímetro fronterizo de Melilla ha sufrido esta mañana el mayor asalto recordado hasta la fecha y así lo ha subrayado la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) para pedir más efectivos en las fronteras de las ciudades autónomas. A las 9:30 de la mañana, más de 2.500 inmigrantes subsaharianos lograron superar a las fuerzas marroquíes desplegadas al otro lado de la frontera y asaltar la valla que separa Marruecos de Melilla. En total más de 500 inmigrantes han logrado su objetivo de pasar a suelo español.
Desde la AEGC señalan que «ha sido un nuevo ataque coordinado a la frontera de Melilla» y lamentan que, una vez más, se ha empleado «una gran violencia contra los guardias civiles que custodiaban el perímetro y contra los compañeros del CNP que acudieron en su ayuda». «Esta vez su violencia se ha saldado con 30 guardias civiles heridos de diferente consideración, y a uno de ellos, en concreto, le han roto el casco protector y ha tenido que ser trasladado al hospital», denuncian desde la asociación para desearles a todos los afectados «una pronta recuperación».
La Asociación Española de Guardias Civiles vuelve a insistir en el hecho de que los asaltos a la frontera «ya no se hacen sin premeditación». Es más, avisan, la coordinación que denuncian desde la asociación desde hace tiempo «ha quedado manifiesta en el hecho de que esta vez han llevado a cabo el asalto a plena luz del día». Sin embargo, lamenta, a pesar de las denuncias «ninguna autoridad tiene en cuenta esta coordinación que se da». Mientras, critican, son los guardias civiles los que «día a día se enfrentan a la inmigración ilegal y son los primeros en detectar los cambios y en sufrir su violencia».
«Como no nos cansamos de repetir ahora, los inmigrantes que tratan de acceder al primer mundo están organizados, saben en todo momento como tienen que actuar para que el mayor número de ellos logre su objetivo y, además, vienen armados con garfios, palos y piedras», subrayan. En este último caso, apuntan, la rápida actuación de los guardias civiles, la buena colaboración de la gendarmería marroquí y el apoyo del CNP han impedido que de los 2.500 subsaharianos que trataban de asaltar la valla lograran su objetivo 500. Pero, cuestionan el precio: 3 guardias civiles con lesiones de diferente consideración que causarán baja para el servicio. Y ello, alertan, implicará más merma en la ya escasa plantilla de la Guardia Civil.
«Desde AEGC llevamos años exigiendo más medios materiales y humanos para hacer frente a los asaltos que se producen en las fronteras de las dos ciudades autónomas, ya que son uno de los principales caminos para la entrada de inmigrantes a Europa», señalan en su comunicado. Además, añaden: «En todos estos años de reclamaciones no han llegado ni los medios ni los efectivos, con el agravante ahora de la retirada de las concertinas sin que se haya pensado en que elementos las van sustituir».
Esta situación, advierten, la pagan los guardias civiles que se ven «aún más vendidos ante la violencia de los inmigrantes». Por eso, anuncian, desde AEGC seguirán reclamando para todos los compañeros la entrega de material antidisturbios, la ampliación de la plantilla de manera efectiva y no con refuerzos puntuales, ya que aseguran que estos «son solo tiritas para una herida que tiene muchos puntos abiertos». «Nosotros sabemos, y el Gobierno y el Ministerio del Interior también lo saben, que la inmigración no va a dejar de llegar, por lo tanto, insistimos está en manos de los responsables políticos dejar de improvisar y, de una vez por todas, proteger a sus servidores públicos antes de que ocurra tengamos que lamentar pérdidas humanas», concluyen.