La única negociación justa entre Marruecos y el Polisario: «no es si poner fin a la ocupación es cuándo»

Por Isabel Lourenço

En el prolongado conflicto del Sáhara Occidental, la comunidad internacional ha empleado durante mucho tiempo el lenguaje del «diálogo», el «compromiso» y las «concesiones mutuas». Sin embargo, en el corazón de esta lucha que dura décadas se esconde una cruda verdad, a menudo ignorada: la cuestión del Sáhara Occidental no es una disputa entre dos partes iguales; es un caso de ocupación colonial. Y, como todas las ocupaciones, debe cesar.

La presencia de Marruecos en el Sáhara Occidental constituye, desde cualquier punto de vista objetivo y legal, una ocupación. La Corte Internacional de Justicia, en su opinión consultiva de 1975, rechazó las reivindicaciones territoriales de Marruecos. Las Naciones Unidas han clasificado el Sáhara Occidental como territorio no autónomo, y decenas de resoluciones de la ONU han afirmado el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. La cuestión del Sáhara Occidental no se trata de fronteras ni de reivindicaciones de soberanía contrapuestas; se trata del derecho a la autodeterminación. Se trata de descolonización.

En este contexto, la única negociación legítima que queda entre Marruecos y el Frente Polisario no es si el pueblo saharaui debe ejercer su derecho a la autodeterminación, sino cuándo. Y «cuándo» debe significar pronto, no un futuro vago y lejano que permita que persista el statu quo. Por lo tanto, los únicos términos moral y legalmente aceptables para la negociación deben ser:

(a) la fecha del referéndum de independencia, largamente prometido y pospuesto, que se celebrará en los próximos meses, y la implementación inmediata de su resultado; o
b) una fecha límite inmediata para el fin de la ocupación marroquí, incluyendo una fecha límite fija para la retirada de todos los componentes de la ocupación: ejército, policía, gendarmería, estructuras administrativas y colonos directamente involucrados en el mantenimiento de la ocupación y que se benefician de sus crímenes.

Cualquier otra cosa no es negociación; es una traición al derecho internacional y la perpetuación de un crimen de guerra. Sugerir que el pueblo saharaui debería ceder en su derecho a la autodeterminación legitima la agresión y premia la impunidad. Señala al mundo que la conquista colonial aún puede triunfar en el siglo XXI, si es lo suficientemente paciente, brutal y geopolíticamente útil.

Los llamados al «realismo» y al «compromiso» a menudo enmascaran una peligrosa doble moral. Se le pide al pueblo saharaui que negocie lo que ya le pertenece según el derecho internacional. Mientras tanto, Marruecos es recompensado por su intransigencia con reconocimiento diplomático, tráfico de armas e inversiones económicas en territorio ocupado. Este enfoque no solo prolonga el sufrimiento del pueblo saharaui, sino que también sienta un peligroso precedente para el futuro del derecho internacional.

La ocupación marroquí se ha caracterizado por violaciones sistémicas de los derechos humanos, el saqueo de los recursos naturales, el desplazamiento forzado y la manipulación demográfica del Sáhara Occidental mediante políticas de colonización. Estas acciones violan el Cuarto Convenio de Ginebra y constituyen crímenes de guerra según el derecho internacional. Ninguna negociación justa puede ignorar estos crímenes. Ningún acuerdo justo puede validar los resultados de la ocupación y la asimilación forzada.

La justicia exige una línea clara: Marruecos debe irse. El pueblo saharaui debe decidir su futuro sin coerción, demora ni concesiones. Las negociaciones deben centrarse exclusivamente en la logística de la aplicación del derecho internacional: cómo y cuándo, a corto y definitivamente, se celebrará el referéndum, o cómo y cuándo se marchará Marruecos.

Hasta entonces, cualquier otra «solución» es una ilusión: prolonga el sufrimiento, envalentona a los ocupantes en otros lugares y debilita la autoridad moral del sistema internacional. Ha llegado el momento, no de más procesos judiciales, sino de poner fin a uno de los últimos conflictos coloniales de la Tierra. No es solo lo correcto; es lo único que queda por hacer.

Extraído de https://porunsaharalibre.org/2025/07/21/la-unica-negociacion-justa-entre-marruecos-y-el-polisario-no-es-si-poner-fin-a-la-ocupacion-es-cuando/

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